La actuación consistió en mejorar la accesibilidad de la calle dando prioridad a los peatones mediante la ampliación de las aceras existentes, pero manteniendo la calzada a diferente nivel con dos sentidos de circulación, calle de importante afluencia de vehículos debido a que da accesos al Tibidabo. Los accesos de la estación del funicular se ejecutaron como aceras pasantes, es decir, que la cota de los pasos de peatones respeto a la acera proyectada es la misma. El paso de peatones desde la Plaza de Pep Ventura es la prolongación de la acera hasta la estación con piezas de hormigón, porque que circularan los coches que quieren incorporarse a la calle Alberes desde la calle Queralt. El paso elevado que cruza perpendicularmente la calle Alberes es de aglomerado para dar continuidad al firme y resistencia al paso continuo de vehículos. Esta tipología de paso elevado es vuelve a ejecutar hasta 5 veces a lo largo de toda la calle. El primer tramo comprende desde la intersección con la calle Queralt hasta la calle de Algarver; es ejecutó por el lado sur una acera de 1,30 m de anchura el punto más crítico con la dotación de alumbrado y soterramiento de la línea aérea de baja tensión, telefonía y alumbrado. La acera del costado norte dispone de una anchura total de 1,50 m y calzada constante de 5,30 m y a la curva sobreamplada de 6,00 m hasta el cruce con la calle Queralt. En la curva se colocó pasamanos de acero galvanizado en la acera norte para garantizar la seguridad de los peatones. En el segundo tramo se ejecutaron dos aceras de anchura mínima de 2,00 m a cada lado y calzada constante de 5,50 m. Las interceptaciones con las calles de Gabriel Ferrater y Can Basseda es resuelven con acera pasantes de panot de 8 cm de grosor y vados prefabricados en acera tipo T3 de 0,57 m.